Ya es jueves. Tengo más reservas. El dealer me ofreció floripondio. Voy a probar. No cuesta nada. Dicen que hay que controlar las dosis. Ahora, ¿por qué mierda no trae prospecto si es tan débil el puente del flasheo a la locura? Voy a hervir agua. Estos personajes nacen solos. Señor, Dios sabe que no es normal recrear historias. Supongo que es por la droga. La vida de Tin es más que interesante, cómo me gustaría vivir un día suyo. Pero esto me acercaría un poco más. Sí, el floripondio es la clave.
Abuela guardaba cosas. Cualquier cosa era digna de ser guardada. Mil veces revisé el archivo familiar pero hoy me significa más. No sé por qué, pero me nacen ganas de chusmear. El agua ya está. ¿Te lo relato? Apago la hornalla. Busco una taza. Una linda tiene que ser. Pongo agua en la taza. A ver… unos poco gramos… pará! Casi te vas al carajo. No importa. Ahí está. Hierbas. Agua. Cucharita. Mezclo un poco. Unos minutos de reposo… Hay olor a gas. Esta cocina no da para más. Ahí va. Un poco más. Tomá Julio, acá tenés comidita pero no cantes temprano que no quiero madrugar. Muy bien. Sorbito. UUF! Sabe rico. Otro poco. Rico. ¿Dónde está esa caja? Eeehhh… Sí, papeles por todos lados. La facultad me va a devorar. Acá la tengo. Cartas del año x. Fotos raras en blanco y negro. Mi familia inmortal. Una foto escondida en un pliego de la caja. Esto es digno de una historia de detectives, pero una buena historia. A ver… Y tiene una dedicatoria larga… La firma H. Es un hotel. El Hotel Royal…

1 comentario:
y qué pasa en el Hotel Royal???
pero lo que más me interesa es: qué guardaba Abuela??????!!!!
quiero saber!
cinco minutos, me tomo un té.
beso*
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