La historia de un hombre no comienza cuando nace, sino cuando deja de ser lo que fue siempre. Rotney, así le gustaba que le llamen, renegando de su verdadero nombre, Marcos, pensó millones de veces cómo hacer que su vida valga la pena, que tenga algo que lo inmortalice en el recuerdo de sí mismo. Pero antes que eso pensó otras cosas. Si escribía la novela del siglo, si plantaba el árbol más ancho del mundo, si tenía los hijos más perfectos de la Tierra. O quizás simplemente ser un yo más poderoso. Su vida entera siempre se dispersó en estudios sin finales. Sin importancia, que a nadie le importan. Su familia era tan normal que le inventaba cabezas y colores, brazos y aromas que ninguno de nosotros conoció antes, ni él tampoco, claro. Filosofaba todo el tiempo con un pasado inventado para él y para mí, que aprendí a filosofarlo. En menos de un segundo luchó en tres guerras mundiales y ya estaba planeando la cuarta. Fundó cinco harenes y ninguna mujer tuvo el valor de rechazarlo.
Pero la noche es larga y el espejo jamás le mintió. Sólo le mostraba los mundos posibles y su posición en cada uno de ellos. Anotaba las combinaciones posibles, sabía que nadie creía en sus palabras pero no le importaba. Y a mí tampoco.
2 comentarios:
y a mí tampoco...así somos los que confiamos en los espejos...
bello texto
besos*
La historia de un hombre no comienza cuando nace, sino cuando deja de ser lo que fue siempre. ♥
no me copies con mis personajes de nombre anglosajón
p.d.: en el coso eeste de abajo que me pide poner una palbra de apareció en letras rojas "racing" jajajajajjajajajajaja. me causó
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