lunes, 14 de febrero de 2011

Move on

Hoy me decidí a darle la vida que se merecía. Según quién. Yo. El que inventa. Un Dios en sí mismo. Un Dios histriónico, un burlador escéptico. Es tan difícil terminar un personaje, con su compleja psicología, con ese ser más vos que vos mismo. Mucho más difícil es acabar con ellos. Sin embargo, un personaje puede ser un alter ego insoportable que duele en el centro. Pero no debería haber problema, las palabras los crearon y las palabras mismas los matan. Es tan difícil conseguir la perfección narrativa. Tan difícil hacerlos actuar sin que se noten las cuerdas. Es tan difícil hacerlos hablar con naturalidad y soltura. Es tan difícil todo esto de la escritura que me dan ganas de escribirla. But I can’t fight this feeling anymore… Rugía su cabeza en el centro de la habitación. Ella tan preciosa y tan rabiosa tarareaba como imaginándose lo que no fue y pudo haber sido en algún momento. Se le ocurrió decir: -Vos sos el que sintoniza el dial. Sí, vos, no mires para otro lado. [Comprar Escándalo guión alto Endo] En todo su desorden experimental yacía un hilo que unía todas sus decisiones. El momento de juzgar sus acciones no tendría que llegar y, hasta ahora, no había llegado. La alacena estaba perfectamente organizada.

4 comentarios:

vientos de cambio dijo...

en ese desorden de la alacena organizada está el hilo. al menos un hilo. y sos impecable en esto de las palabras.

silvia zappia dijo...

cuidado! a veces, los personajes, manejan nuestros hilos...desorganizarán la alacena, y sonará un Escandaloso teléfono en la noche.

perfecto.

mil besos*

Laberinto dijo...

coincido con rayu, los verdaderos personajes viven solos, aunque no querramos. a mi me pasó, yo sé que la mayoría de mis personajes van a morir antes que yo y yo no quiero y lloro. pero prefiero que sea así poruqe no sé que será de ellos cuando yo no esté

un conejo dijo...

Hubo algo en este texto que me encantó (en realidad fueron todas las palabras en su conjunto)