domingo, 28 de septiembre de 2014

por lo general, hacemos mal las cosas:
pensamos mucho, pensamos poco,
nos contentamos con lo justo
y necesario, o llegamos al límite
de nuestra voluntad.
y en ese punto, en esa frágil medida
de las cosas mal hechas, 
queremos remediarlo y ocurre lo de siempre:
no podemos.
pienso que pasa como cuando,
a pesar de Utilísima,
cortamos desprolijamente un papel
e intentamos arreglarlo
y lo recortamos y recortamos
y el papel adelgaza, queda pegado
al borde -cada vez más-
y se vuelve pequeño al punto de
cuestionar su existencia.
pienso que no deberíamos pretender
arreglar nada, a veces las cosas suceden
y ya

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